Querida Amiga :
Ahora que más o menos se ha calmado el ambiente,
y se respira un aire menos caliente.
Te diré sin que mis palabras caigan en el error,
que estos años han sido de lo mejor.
Hemos compartido dolor, llantos, alegría y risas,
solo nos faltó ir juntas a misa.
El motivo por el cual te escribo en este instante,
no es por vagancia ni por talante.
Simplemente quería hacerte llegar
mi alegría y ganas de triunfar.
Pronto emprenderemos diferentes caminos,
tú a Marte y yo al Quinto Pino.
Espero no perder nunca contigo el contacto
desde ahora hagamos un pacto.
Nos llamaremos una vez al mes
y si no… que se nos caiga la nariz a los pies.